miércoles, 15 de septiembre de 2010


Ensayo sobre el café en Colombia 

Cuando la bandera de un país decae, no se puede esperar más que la caída de la nación completa, esto es lo que pasó en Colombia cuando se sobrevino la crisis del café. 

La falta de una estrategia de organización agrícola permitió que los precios de producción del café se elevaran y no fueran competitivos ante el mercado extranjero, de aquí nace la crisis cafetera que afecta en multiples puntos a la nación. 

Uno de los sectores más afectados fue el de los trabajadores agrícolas cuyo mayor porcentaje siempre estuvo concentrado en la zona cafetera. Cayeron todas las condiciones laborales de los trabajadores rurales (congelación de salarios) y por el contrario se fortaleció la economía informal. 

Desde un principio la crisis involucró a todo el país: permitió la migración de la población rural a las ciudades, la desenfrenada y no planificada explotación natural, la acumulación de tierras en manos de pocos y el crecimiento de la economía del narcotráfico. 

En vista de que el sector campesino ya no se veía beneficiado con la producción de café, llegó la oportunidad de trabajar con cultivos ilícitos que no requerían mayor inversión y que por el contrario producían gigantescas ganancias. 

Ante este panorama la situación del café fue empeorando paralelamente a la situación del país, hasta llegar a las condiciones que vivimos actualmente, en las que el sector agrícola ya no es el protagonista y tiende a desaparecer de los libretos de la economía nacional. 

Concluimos entonces que la crisis cafetera no se queda sólo ahí, es más bien un reflejo de la crisis agrícola del país. 

Si se establecen unos buenas condiciones que permitan obtener ganancias con la producción agrícola, la población regresaría a los campos, bajaría enormemente la violencia rural y por que no se podría hablar de la erradicación de los cultivos del narcotráfico. 

Por esta razón, esta reseña, es ante todo, una invitación a reflexionar, en torno al problema agrario del país, y a la luz que este sector puede darle a la nación. 

No es nuestra labor el crear estrategias para el engrandecimiento del país pero si es bueno opinar y pensar en que tal vez una estrategia basada en la explotación racional de la tierra y demás recursos naturales permitiría un generoso desarrollo económico, y por que no un desarrollo de justicia social que necesita el país. 

Desde 1835 se comenzó a cultivar comercialmente el grano de café en Colombia en Salazar de las Palmas, Norte de Santander y durante el siglo XX fue el producto primordial dentro de las exportaciones colombianas. En 1999 representó un 3,7% del producto interno bruto nacional y un 37% del empleo agrícola. Los principales departamentos productores de café son: Nariño, Norte de Santander, Antioquia, Valle del Cauca, Huila, Tolima, Caldas, Risaralda, Quindío y Cundinamarca. 


El área comprendida entre los departamentos de Caldas, Risaralda y Quindío es conocida como el Eje cafetero debido al gran desarrollo experimentado por el cultivo de este producto; esta región fue fuertemente afectada por un terremoto de 6,2 grados en la escala de Richter registrado el 25 de enero de 1999; posteriormente la región se recuperó económicamente con gran rapidez. 

Actualmente en Colombia se cultivan más de un millón de hectáreas de café; más de las tres cuartas partes de la producción de café en el país son destinadas a las exportaciones, siendo el tercer país exportador de café en el mundo. El mercado interno está regulado por la Federación Nacional de Cafeteros de Colombia.

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